En el Ecuador y los países que comparten la línea ecuatorial , tanto en América del Sur como en África, los fenómenos biomagnéticos y bioenergéticos se maximizan en razón del equilibrio energético de esta zona geográfica, donde no existen distorsión fundamental del polo norte o el polo sur, es decir el magnetismo terrestre.
Los resultados óptimos se consiguen en el Ecuador en donde no existen distorsiones fundamentales bioenergéticas y biomagnéticas.
Según las observaciones del Dr. Goiz Durán, ha constatado que el 90% de los polos norte (carga negativa) se establecen en el hemicuerpo derecho y que solo existen dos pares biomagnéticos que regularmente están en el hemicuerpo izquierdo con polaridad sur (carga positiva).
Estas observaciones tienen un significado substancial, ya que de acuerdo al concepto de “el par biomagnético”, las distorsiones fundamentales del pH que los condicionan permiten la ubicación y el metabolismo de los organismos patógenos que aprovechan estas alteraciones energéticas y que de acuerdo al concepto clásico de la bioenergética, en el polo sur o positivo se constata una contracción importante de la materia orgánica y en el polo norte o negativo una distensión.
Estas observaciones son clásicas en relación también a la electricidad aplicada a los organismos vivos, ya que como sabemos el polo positivo cuando es aplicado hasta dañar la materia orgánica produce una escara dura y retráctil; en cambio, el polo negativo la produce blanda y flácida. Ambas manifestaciones están relacionadas a la acumulación de iones que en materia de flujo iónico o iontoforesis se conocen como cationes y aniones respectivamente.
De acuerdo a la tesis sustentada por “el par biomagnético”, en los polos norte o negativos se desarrollan mejor las patologías soportadas por bacterias patógenas y en los polos sur producidos por virus patógenos. Por supuesto, que la resonancia magnética nos ha demostrado que siempre se encuentran los elementos: virus – bacteria. De este concepto se desprende, que hay mejores posibilidades para el desarrollo de patologías bacterianas en el hemisferio norte y de patologías virales en el hemisferio sur, y que además la polarización de los pares biomagnéticos es inversa para cada uno y otro hemisferio y por lo mismo las repercusiones patógenas en los organismos vivos son diferentes, en cambio en el Ecuador, las posibilidades son iguales para ambos microorganismos y los pares biomagnéticos lo mismo se encuentra orientados como en el hemisferio norte como en el hemisferio sur.